El amor ascendía entre nosotros
COMO
la luna entre las dos palmeras
que nunca se abrazaron.
COMO
que nunca se abrazaron.
El íntimo rumor de los dos cuerpos
hacia el arrullo un oleaje TRAJO
,
PERO
la ronca voz fue atenazada.
Fueron pétreos los labios.
hacia el arrullo un oleaje TRAJO
PERO
Fueron pétreos los labios.
El ansia de ceñir movió la carne,
esclareció los huesos inflamados,
PERO
los brazos al querer tenderse
murieron en los brazos.
esclareció los huesos inflamados,
PERO
murieron en los brazos.
Pasó el amor, la luna, ENTRE
nosotros
y devoró los cuerpos solitarios.
Y somos dos fantasmas que se buscan
y se encuentran lejanos.
y devoró los cuerpos solitarios.
Y somos dos fantasmas que se buscan
y se encuentran lejanos.
Miguel Hernández
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