donde los avellanos se transforman en varitas mágicas,
dónde la luz del día llega a través de sus ramas
llenas de helechos y líquenes, pintando más aún
un bosquecito de hadas al agua!!
Sentí la naturalidad del momento,
nuestra ninfa desnuda, Miranda
y nuestros visitantes curiosos al paísaje
y al encuentro.
Con la normalidad que el río caía por la cáscada
fluía nuestro encuentro con nuestra pareja visitante!!
Y así transcurría el día a la vereda del río
mientras los pájaros nos cantaban bellas melodías
al compás del sonido del agua del Eresma.
A la espera de un nuevo día en la compañía del río!!
y gracias a las preciosas imágenes de Elena de Troya escritora,
de anécdotas inesperadas en el bosque encantado!
soraya
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