En Estambul,
Suena a tiempos antiguos, a historia, a arte,
a otros nombres, a otras civilizaciones.
Suena a nostalgia, calles empedradas y empinadas,
cielos y nubes con minaretes en el horizonte.
Suena a gentes curiosas, ruidosas calles
entre bazares y aromas de oriente, té, jengibre
y dátiles, piedras preciosas y aceites.
Navegamos por el Bósforo, impregnándonos de
los azules y blancos del agua, el mar y el paisaje
desde la popa del barco hasta Asia,
al encuentro de las corrientes y de la inmensidad
del mar Negro.
A la vuelta y sin parar, mística sufí. Sin darnos cuenta
nos envuelve el amor, la paz, entre sus danzas y músicas
acompañada de canum y voces sufís.
y mientras saboreábamos una cena turca,
ideamos nuestro plan para el día siguiente,
entre cojines y narguile a la luz de las estrellas,
la noche se iba...
Soraya
08/09
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